Una intervención odontológica que prometía mejorar la sonrisa de Miguel Ángel Berlini, de 64 años, terminó en una tragedia. Berlini falleció en la Clínica Robles, ubicada en el barrio de Belgrano, Buenos Aires, tras someterse a un implante dental. Dos médicos han sido detenidos y la clínica ha sido clausurada mientras se investiga el caso.
El Sueño de una Nueva Sonrisa que Terminó en Pesadilla
Miguel Ángel Berlini había estado considerando la posibilidad de realizarse un implante dental durante mucho tiempo. Buscaba sentirse más seguro con su sonrisa y, tras meses de investigación, encontró a un cirujano que lo convenció de un método específico. Desafortunadamente, lo que parecía una solución se convirtió en un fatal desenlace.
El procedimiento, llevado a cabo en la Clínica Robles, propiedad del cirujano plástico Marcelo Fernando Robles (57), fue realizado por el médico cirujano José Miguel Galeano (47), quien alquilaba el espacio. Berlini ingresó al quirófano el miércoles a las 8 de la mañana, con la expectativa de recibir el alta a las 17. Sin embargo, nunca despertó de la anestesia.
Investigación en Curso por Posible Mala Praxis
A pesar de que los exámenes prequirúrgicos habían arrojado resultados positivos y Berlini no presentaba afecciones previas, el paciente se encontraba un poco asustado ese día, según relató su sobrino y ahijado, Juan Pablo Curet Berlini (30). La familia, que lo acompañó a la clínica, perdió toda comunicación con el equipo médico una vez que Miguel ingresó al quirófano.
La muerte de Miguel Ángel Berlini ha conmocionado a su familia y ha generado interrogantes sobre las circunstancias del fallecimiento. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar si hubo mala praxis por parte de los médicos involucrados. Tanto Marcelo Fernando Robles como José Miguel Galeano permanecen detenidos mientras se esclarecen los hechos.
La clausura de la Clínica Robles ha dejado a otros pacientes en incertidumbre y ha puesto de manifiesto la importancia de extremar las precauciones al someterse a cualquier tipo de procedimiento médico. Este trágico incidente sirve como un recordatorio de los riesgos asociados a la salud y la necesidad de contar con profesionales competentes y centros médicos debidamente habilitados.