Iglesia Mormona: Más allá de Utah, un mundo diverso en transición
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comúnmente conocida como la Iglesia Mormona, se encuentra en un momento crucial de transición tras recientes eventos trágicos y el fallecimiento de su presidente, Russell M. Nelson, a la edad de 101 años. Según el protocolo, Dallin H. Oaks, el líder con más años de servicio, probablemente asumirá el liderazgo.
Este cambio de liderazgo ocurre en un contexto donde la iglesia, profundamente arraigada en la historia estadounidense, se ha globalizado significativamente. Esta expansión global presenta una diversidad que a menudo no se refleja en la representación mediática convencional, que tiende a estereotipar a la iglesia a través de programas como "The Secret Life of Mormon Wives" o el musical de Broadway "The Book of Mormon".
Como antropóloga cultural y etnógrafa, Brittany Romanello investiga las comunidades de Santos de los Últimos Días en los Estados Unidos, centrándose especialmente en los inmigrantes latinos y los jóvenes adultos. Su investigación revela que la asociación predominante con Utah, donde se encuentra la sede de la iglesia, persiste a pesar de la creciente diversidad global de la congregación.
Si bien la iglesia ha desempeñado un papel fundamental en la historia y la cultura de Utah, es importante destacar que actualmente solo el 42% de los residentes del estado son miembros. Este dato subraya la necesidad de una perspectiva más amplia sobre la iglesia, que reconozca su alcance global y la diversidad de sus miembros.
Desafíos y Oportunidades para el Nuevo Liderazgo
El nuevo presidente de la Iglesia Mormona enfrentará el desafío de navegar esta creciente diversidad y asegurar que la representación de la iglesia en los medios refleje la realidad de su comunidad global. Esto implica abordar los estereotipos y prejuicios existentes y promover una comprensión más profunda de las diferentes culturas y experiencias dentro de la iglesia.
El futuro de la Iglesia Mormona
El futuro de la Iglesia Mormona dependerá de su capacidad para abrazar la diversidad, adaptarse a los cambios culturales y mantener su relevancia en un mundo cada vez más globalizado. La capacidad de Dallin H. Oaks para liderar en este nuevo contexto será fundamental para el éxito de la iglesia en los próximos años.