Sturzenegger y el INTA: El Campo en Defensa de la Investigación Agropecuaria
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La posible reestructuración del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) bajo la supervisión del ministerio liderado por Federico Sturzenegger ha desatado una ola de reacciones en el sector agropecuario argentino. La Mesa de Enlace, que agrupa a las principales entidades del campo, ha emitido un comunicado expresando su preocupación y defendiendo la importancia del INTA para el desarrollo tecnológico y la innovación en el agro.
El INTA, creado en 1956, ha sido un motor clave en la modernización del campo argentino, reconocido a nivel mundial por sus investigaciones y avances. La intención inicial de fusionarlo con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) y posteriormente de reducir su estructura, argumentando un supuesto crecimiento desmedido y la incorporación de personal durante administraciones anteriores, generó controversia y rechazo entre científicos y productores.
El Campo se Une en Defensa del INTA
La Sociedad Rural Argentina, Coninagro, CRA y la Federación Agraria Argentina reiteraron su compromiso con el INTA, ante la inminencia de un decreto que podría modificar sustancialmente su funcionamiento. Los dirigentes del sector destacan la labor del INTA en la creación de más de 1,000 cultivos y el desarrollo de medio centenar de patentes tecnológicas.
Reunión Clave con el Secretario de Agricultura
La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) solicitó una reunión urgente con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Sergio Iraeta, el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, y su vicepresidenta, María Pilu Giraudo. En este encuentro, la CEEA manifestó su acuerdo en la necesidad de modernizar y eficientizar el INTA, pero insistió en tres puntos fundamentales:
- Mantener la autarquía del instituto.
- Garantizar su gobernanza.
- Asegurar el financiamiento adecuado para sus actividades de investigación y desarrollo.
La defensa del INTA por parte del sector agropecuario refleja el reconocimiento de su papel fundamental en la competitividad y el crecimiento del agro argentino. El debate sobre su futuro sigue abierto, con el campo en alerta ante posibles decisiones que puedan afectar su funcionamiento y capacidad de innovación.