Ñublense vs. Huachipato: Partido clave diezmado y sin refuerzos
Ñublense enfrenta a Huachipato en un duelo crucial de la Copa Chile
El técnico de Ñublense, Ronald Fuentes, ha confirmado que el equipo llegará debilitado al partido de vuelta contra Huachipato por los cuartos de final de la Copa Chile. El encuentro se presenta como un desafío mayúsculo para el equipo de Chillán.
Bajas sensibles en el equipo
La principal baja es la del volante central y capitán, Lorenzo Reyes, quien sufre una dolencia en la rodilla e isquiotibiales que lo mantendría fuera del campo. A esta ausencia se suma la de Osvaldo Bosso, expulsado en el partido de ida, y la duda sobre la participación de Martín Rodríguez, quien salió lesionado en el mismo encuentro.
"Lorenzo Reyes tiene problemas en su rodilla y el isquiotibial que sufre hace mucho tiempo", detalló Fuentes, confirmando la gravedad de la situación.
Sin refuerzos a la vista
Para agravar la situación, Fuentes confirmó que no llegarán refuerzos al equipo, a pesar de haber expresado la necesidad de incorporar al menos dos jugadores. "De los refuerzos es definitivo que no llegan, pero no será excusa para no lograr lo que queremos", afirmó el técnico.
Oportunidad para los jóvenes
Ante la adversidad, Fuentes destacó la aparición de jóvenes talentos como Giovanny Ávalos y Daniel Saavedra. "Están apareciendo los jóvenes Giovanny (Ávalos) que tuvo una gran actuación con un gol, también está apareciendo Daniel Saavedra como opción válida y lo más probable que juegue el miércoles por Lorenzo Reyes", señaló el entrenador.
Enfoque en el Torneo Nacional
Fuentes también enfatizó la importancia de no descuidar el Torneo Nacional, mencionando la necesidad de ser competitivos con los recursos disponibles. "Si bien es importante el partido con Huachipato, también no podemos relajarnos en el Torneo Nacional... debemos ser muy fríos y tratar de que el equipo sea competitivo con lo que tengo", concluyó.
El empate agónico con sabor a “charchazo”
En el partido de ida, Huachipato logró un valioso empate gracias a la estrategia de Jaime García, quien según fuentes, repartió «charchazos» para motivar a su equipo.