La costa santafesina experimentó un fin de semana largo sin precedentes, con una ocupación total de cabañas y alojamientos que sorprendió a propios y extraños. Después de meses de baja demanda, los prestadores turísticos de la región celebran un movimiento "inesperado e histórico".
Ocupación plena y derivaciones a otras localidades
Guillermo Kees, referente de la Cámara de Cabañeros y Prestadores de Servicios Turísticos de Santa Fe, confirmó que "la mayoría estuvimos al 100%, derivando turistas a otras localidades". Este pico de demanda refleja un cambio en las prioridades de los viajeros.
El descanso como inversión en salud
Según Kees, el perfil del turista ha evolucionado. "La gente prioriza más el descanso. Es salud. Necesitan desconectarse, estar con la familia, tener contacto con la naturaleza". La búsqueda de espacios verdes se intensifica a medida que crece la densidad urbana.
Los complejos turísticos de la zona han adaptado su oferta, incorporando propuestas educativas y ambientales. Charlas sobre la mariposa monarca, recorridos silenciosos por las islas y actividades de concientización son algunas de las opciones que valoran los visitantes.
- Empanadas de pescado caseras y la calidez de la gente de la zona
- Historias del río contadas por los lugareños
- Conexión con la naturaleza y actividades de bajo impacto ambiental
Desafíos económicos y la búsqueda de la diferenciación
La formalidad en el sector implica altos costos operativos: salarios, servicios, mantenimiento constante. Los prestadores turísticos enfrentan el desafío de mantener precios competitivos sin sacrificar la calidad de la experiencia.
La clave para el éxito reside en la creatividad y la capacidad de ofrecer experiencias únicas. El contacto directo con la naturaleza, la gastronomía local y la calidez humana son los principales atractivos de la costa santafesina.