La situación en el Botafogo se torna cada vez más tensa, especialmente en lo que respecta al rendimiento de sus delanteros. Arthur Cabral, la gran apuesta ofensiva del club, atraviesa un momento crítico, acumulando casi tres meses sin convertir goles. Esta sequía, la peor en su carrera reciente, genera preocupación tanto en la afición como en el cuerpo técnico.
Un fichaje millonario sin el impacto esperado
Arthur Cabral llegó al Botafogo con la misión de potenciar el ataque del equipo, tras una inversión cercana a los R$ 95 millones. Sin embargo, el delantero de 27 años no ha logrado cumplir con las expectativas. Su último gol se remonta al 27 de agosto, en el empate 1-1 frente al Vasco, por los cuartos de final de la Copa do Brasil.
Desde entonces, Cabral ha disputado 11 partidos sin poder inflar las redes, una estadística que refleja su difícil momento. A pesar de las oportunidades recibidas, el atacante muestra dificultades para concretar jugadas y consolidarse como la referencia ofensiva que se esperaba tras su costoso fichaje.
Adaptación y confianza del técnico
La falta de gol de Arthur Cabral ha desatado debates sobre su adaptación al estilo de juego del equipo. A pesar de ello, el técnico ha mantenido la confianza en el jugador, incluyéndolo en el once titular en los últimos dos partidos. Esta decisión demuestra la esperanza de una pronta recuperación del delantero, aunque la presión aumenta con cada partido que pasa sin ver puerta.
La afición del Botafogo espera que Arthur Cabral pueda revertir esta situación y justificar la inversión realizada, convirtiéndose en el goleador que el equipo necesita para alcanzar sus objetivos en la temporada. El tiempo corre y la paciencia se agota.
Mientras tanto, la directiva del club analiza posibles alternativas para reforzar la delantera en el próximo mercado de pases, en caso de que la situación de Cabral no mejore en las próximas semanas.