Pfizer Reduce su Participación en BioNTech en Busca de Nuevos Horizontes
En un movimiento que marca el fin de una era, Pfizer (NYSE:PFE) ha decidido vender su participación restante en BioNTech (NASDAQ:BNTX) a través de una operación de bloque nocturna, que podría alcanzar los 508 millones de dólares. Esta decisión representa un cambio significativo en una alianza que fue fundamental durante la pandemia de COVID-19.
La noticia impactó rápidamente en el mercado, con las acciones de BioNTech cayendo un 3,6% en las operaciones previas a la apertura, mientras que Pfizer experimentó una ligera disminución del 0,2%. Los inversores están analizando las posibles implicaciones de esta salida para el futuro de ambas compañías.
Un Legado de la Pandemia y un Nuevo Enfoque
La participación de Pfizer en BioNTech se remonta a su acuerdo de 2020 para el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19, una colaboración que generó miles de millones de dólares y aseguró importantes contratos de suministro con Estados Unidos y Europa. Si bien el acuerdo de reparto de beneficios continúa, el panorama comercial ha cambiado, y Pfizer busca ahora un nuevo motor de crecimiento.
La adquisición de Metsera por 10.000 millones de dólares, tras una intensa competencia, sugiere un posible giro hacia los fármacos para la pérdida de peso. Pfizer busca así contrarrestar la disminución de los ingresos relacionados con el COVID-19 y recuperar impulso con una nueva categoría de productos estrella.
BioNTech Retoma su Misión Original
Por su parte, BioNTech está redirigiendo los beneficios obtenidos durante la pandemia hacia su misión original: el desarrollo de tratamientos contra el cáncer. La compañía ha firmado recientemente un acuerdo con Bristol-Myers Squibb por un valor de hasta 11.100 millones de dólares. A pesar de ello, sus acciones han caído casi un 2% este año debido al aumento del gasto en ensayos clínicos.
Aunque ambas empresas siguen colaborando en formulaciones de vacunas contra el COVID-19 utilizando la tecnología de ARNm de BioNTech, la venta de la participación de Pfizer podría ser una señal de que ambas compañías se están reposicionando en un mercado donde la oncología y los fármacos para la obesidad están atrayendo mucha más atención de los inversores que las vacunas de refuerzo contra el COVID-19.