El Gran Premio de San Pablo arrancó con tensiones y decepciones para los pilotos de Fórmula 1. Lewis Hamilton, visiblemente frustrado tras quedar eliminado en la Q2, evitó a la prensa y se dirigió directamente al hospitality de Ferrari. Su compañero de equipo, Charles Leclerc, aunque avanzó a la Q3, tampoco mostró satisfacción con su octavo puesto.
¿Qué enfureció a Hamilton?
Hamilton se vio perjudicado cuando Leclerc sufrió un trompo en la pista, provocando la aparición de banderas amarillas. Aunque Hamilton intentó aminorar la marcha, las banderas le impidieron marcar un tiempo que lo clasificara a la siguiente ronda. La frustración del piloto británico era evidente.
Investigación a Hamilton
Para colmo de males, Hamilton fue citado a declarar por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) por una supuesta infracción al no reducir la velocidad bajo bandera amarilla doble. Podría enfrentar una multa o incluso una penalización en la parrilla de salida.
Leclerc, decepcionado con Ferrari
Por su parte, Charles Leclerc expresó su decepción con el rendimiento de su Ferrari. “No es un problema de puesta a punto, somos muy lentos”, declaró Leclerc, recordando sensaciones similares a las vividas en la clasificación sprint de Austin. El equipo italiano enfrenta desafíos para encontrar la velocidad y competitividad deseadas.
Mirando hacia la carrera Sprint
Con la carrera Sprint a la vuelta de la esquina, tanto Hamilton como Leclerc buscarán remontar posiciones y sumar puntos importantes. Las condiciones climáticas podrían jugar un papel crucial, añadiendo aún más emoción a la competencia. ¿Podrá Hamilton superar su frustración y lograr un buen resultado? ¿Encontrará Ferrari la solución a sus problemas de rendimiento? La respuesta la tendremos en la pista.