El Superclásico Boca-River, un evento que paraliza Argentina, tendrá un nuevo protagonista: Nicolás Ramírez. Designado por tercera vez consecutiva para impartir justicia en este duelo electrizante, Ramírez se enfrenta a la lupa de la crítica y la pasión desbordada.
¿Quién es Nicolás Ramírez?
Con 38 años y una sólida proyección internacional desde su ingreso a la lista FIFA en 2023, Ramírez es un árbitro que combina presencia, rigor técnico y serenidad. Su experiencia como ex jugador del Club Agustín Álvarez le brinda una comprensión profunda del juego desde la perspectiva del futbolista. Además, su formación como profesor de Educación Física y su experiencia laboral en una obra social le otorgan una mirada humana poco común en el ámbito arbitral.
Este triple enfoque –futbolista, docente y trabajador social– define su perfil: entiende el vestuario, domina el reglamento y percibe el entorno humano que rodea a cada partido.
El Superclásico del 2024: Un Precedente Polémico
En el Superclásico del 21 de septiembre de 2024, Ramírez ya demostró su carácter al anular correctamente un gol de Boca por mano de Milton Giménez tras revisión en VAR. Aquella decisión, debatida pero técnicamente impecable, reflejó su templanza y confianza en el procedimiento. En ese encuentro, que terminó con triunfo 1-0 para River, mostró siete tarjetas amarillas, reafirmando su estilo: controlar el juego desde la disciplina sin que la pasión lo arrastre.
La Controversia en Boca
La designación de Ramírez no fue recibida con los brazos abiertos en Boca. En el Xeneize aún recuerdan su actuación en el último partido que River ganó en la Bombonera, cuando anuló el gol de Giménez y no cobró un posible penal de Armani. También se suman las quejas por las rápidas amarillas mostradas en la última visita al Monumental.
El reclamo principal se centra en la jugada polémica sobre el final del partido de 2024: un centro cruzado desde la izquierda encontró a Giménez y a Armani en disputa por la pelota. El balón terminó dentro del arco luego de impactar en la mano del delantero, pero existió, casi simultáneamente, un pisotón del arquero millonario que podría haber ameritado un penal. Tras la revisión del VAR, Ramírez anuló el gol de Boca, no sancionó el penal y expulsó a Cristian Lema por doble amonestación.
¿Qué esperar del Superclásico?
Con estos antecedentes, la designación de Nicolás Ramírez añade una capa extra de tensión al ya de por sí explosivo Superclásico. Su capacidad para mantener la calma bajo presión y tomar decisiones justas será crucial para evitar que la polémica se robe el protagonismo del partido. El mundo del fútbol argentino estará observando cada uno de sus movimientos.