¡No era un Adolescente Rebelde! Descubren la Verdad del Nanotyrannus

¡No era un Adolescente Rebelde! Descubren la Verdad del Nanotyrannus

¡Bomba en el mundo de la paleontología! El Nanotyrannus no era un T. rex adolescente.

Durante décadas, paleontólogos de todo el mundo debatieron sobre la identidad de un pequeño y feroz terópodo: ¿era un Tyrannosaurus rex juvenil o una especie separada? Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature zanja la discusión: ¡el Nanotyrannus es una especie distinta!

El hallazgo se basa en el análisis de un esqueleto exquisitamente preservado, hallado en la formación Hell Creek de Montana, con una antigüedad de 67 millones de años. Este esqueleto forma parte del famoso fósil conocido como "Dueling Dinosaurs" (Dinosaurios Duelo), que muestra a un pequeño tiranosaurio enredado con su posible presa, un dinosaurio ceratopsiano con cuernos. Ambos quedaron enterrados en la roca durante millones de años.

El análisis revela que el tiranosaurio en cuestión es, en realidad, un Nanotyrannus lancensis adulto, un espécimen largamente buscado por los investigadores que defendían la existencia de esta especie.

¿Qué hace al Nanotyrannus diferente del T. rex?

Aunque similares en apariencia, el Nanotyrannus y el T. rex presentaban diferencias significativas. El Nanotyrannus era más pequeño (unos 5.5 metros de largo), ágil y veloz, con patas largas y brazos fuertes para agarrar a sus presas. En cambio, el T. rex, de 13 metros de largo, tenía patas robustas y una mordida devastadora para devorar dinosaurios grandes y lentos.

Según James Napoli, paleontólogo de la Universidad de Stony Brook y coautor del estudio, el Nanotyrannus tenía extremidades superiores más grandes que un T. rex adulto, cuyos brazos eran notoriamente pequeños. "Los huesos no se encogen cuando los animales crecen, por lo que esto no podría haberse convertido en un T. rex (adulto)", afirmó.

Lindsay Zanno, profesora de investigación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y jefa de paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, señaló que este descubrimiento "pone patas arriba décadas de investigación sobre el T. rex".

El hallazgo obliga a reconsiderar la clasificación de otros fósiles previamente identificados como restos de T. rex adolescentes. La paleontología está en constante evolución, y este nuevo estudio es un claro ejemplo de cómo la ciencia puede desafiar nuestras ideas preconcebidas sobre el pasado.