Las WTA Finals, el prestigioso torneo que reúne a las mejores tenistas del mundo, se están desarrollando en Riyadh, Arabia Saudita. Este evento no solo corona a la campeona de la temporada, sino que también sirve como un fascinante viaje a través de la evolución del tenis femenino. Desde el formato eliminatorio implacable de antaño hasta el sistema de round-robin actual, las WTA Finals reflejan los cambios en el deporte y las demandas de las atletas de élite.
Un vistazo al pasado: La era de la eliminación directa
En 1994, las WTA Finals eran un torneo de eliminación directa con 16 jugadoras. Martina Navratilova, una leyenda del tenis, recuerda cómo una sola derrota significaba el final del camino. En su último partido, Navratilova cayó ante Gabriela Sabatini en la primera ronda, marcando el final de su ilustre carrera. Este formato no dejaba margen de error, exigiendo perfección desde el primer momento.
El triunfo inesperado de Sabatini
En aquel entonces, Gabriela Sabatini, sin ser cabeza de serie, se alzó con el título del Virginia Slims Championships en el Madison Square Garden de Nueva York, derrotando a Lindsay Davenport en una final al mejor de cinco sets. Este triunfo inesperado demostró que en el tenis, como en la vida, las sorpresas pueden surgir en cualquier momento.
Las WTA Finals en Riyadh: Un nuevo capítulo
Treinta años después, las WTA Finals se disputan en Riyadh bajo un sistema de round-robin que recompensa la consistencia sobre la perfección. Este cambio refleja una mayor comprensión de las exigencias físicas y mentales del tenis de alto nivel. Garbiñe Muguruza, campeona de las WTA Finals en 2021 y actual directora del torneo, destaca la dureza mental del evento, donde no hay días de descanso y la preparación es constante.
El torneo se celebra en medio de una creciente atención a los eventos deportivos en Arabia Saudita, con figuras como John Pagano, CEO de Red Sea Global, destacando el desarrollo y la inversión en la región.
El impacto económico de las WTA Finals
La bolsa total del torneo ha crecido significativamente a lo largo de los años. En 1994, la bolsa total dividida entre 32 jugadoras era de $3.7 millones, y la campeona, Sabatini, se llevó $250,000. En la actualidad, las suplentes reciben esa misma cantidad solo por participar, y las jugadoras ganan $335,000 por presentarse y $350,000 por cada victoria en la fase de grupos. Este aumento en la compensación refleja la creciente popularidad y el valor comercial del tenis femenino.
Iga Swiatek es una de las principales figuras que compiten en las WTA Finals de Riyadh, buscando coronarse como la mejor tenista de la temporada.