La pasión por el fútbol italiano no tiene límites, y la hinchada del Atalanta lo demuestra una vez más. Con dos importantes compromisos en el horizonte cercano, los fanáticos del equipo de Bérgamo se preparan para alentar a su equipo tanto en territorio nacional como internacional.
Udinese vs. Atalanta: Una marea nerazzurra en Friuli
Un total de 881 seguidores del Atalanta se hicieron presentes hoy en el estadio de Udine, en la región de Friuli, para presenciar el encuentro entre Udinese y Atalanta. Esta es la segunda oportunidad en la temporada en que los hinchas nerazzurri pueden acompañar a su equipo en un partido de liga como visitante. Tras los incidentes ocurridos en la autopista a fines de agosto, que involucraron a fanáticos del Como, las autoridades habían impuesto restricciones a los traslados de los aficionados del Atalanta para los partidos contra Torino (en dos ocasiones) y Cremona. Ahora, finalmente, el aliento vuelve a sentirse lejos de Bérgamo.
Marsella en la mira: Un desafío en territorio hostil
Pero la aventura no termina ahí. El próximo miércoles 5 de noviembre, 453 hinchas del Atalanta se instalarán en el sector visitante del Velodrome de Marsella para el segundo partido de Champions League de la temporada en suelo francés. Sin embargo, este viaje presenta un desafío diferente. El ambiente en Marsella se anticipa complicado, y la recepción no será precisamente amigable. La ciudad no es el destino ideal para pasear con camisetas y bufandas del Atalanta a la vista.
La diferencia con el posterior partido en casa del Eintracht Frankfurt, cuya afición está hermanada con la del Atalanta, es notable. No solo cambian las condiciones ambientales previstas, sino también los precios de las entradas: para Marsella se necesitaban 50 euros, mientras que en Frankfurt un lugar de pie cuesta solo 15 euros.
La fidelidad y el entusiasmo de la hinchada del Atalanta son innegables. A pesar de las distancias, las restricciones y los posibles riesgos, los fanáticos están dispuestos a seguir a su equipo a donde sea, demostrando que el amor por los colores va más allá de cualquier obstáculo.