River Plate se enfrenta a Gimnasia y Esgrima La Plata en un partido crucial para sus aspiraciones de clasificar a la Copa Libertadores 2026. El encuentro, que se disputará en el Estadio Monumental, llega en un momento donde la presión sobre el equipo y el entrenador Marcelo Gallardo es palpable.
El dilema de Gallardo: ¿Preservar o arriesgar?
Una de las principales preocupaciones para Gallardo es la situación de varios jugadores clave que acumulan tarjetas amarillas. Lautaro Rivero, Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña están al límite, y una amonestación en el partido contra Gimnasia les impediría disputar el Superclásico contra Boca Juniors. Esto plantea un dilema para el entrenador: ¿priorizar el partido contra Gimnasia, crucial para la Libertadores, o preservar a sus jugadores para el clásico rival?
Históricamente, Gallardo no ha sido partidario de cuidar jugadores en estas situaciones, pero el contexto actual, con la Libertadores en juego, podría hacerlo reconsiderar su postura. Además, Gonzalo Montiel, con un esguince leve, será preservado para el Superclásico.
Un mediocampo renovado
En el mediocampo, Enzo Pérez, recuperado de una lesión, se perfila como titular junto a Juan Portillo, buscando un equilibrio entre marca y juego. La dupla intentará darle solidez al equipo en una zona clave del campo.
¿Un Monumental hostil?
Tras la eliminación en la Copa Argentina, la hinchada de River podría manifestar su descontento en el Monumental. El equipo necesita una victoria para calmar las aguas y mantener vivas sus esperanzas de clasificar a la Libertadores. El partido contra Gimnasia será una prueba de fuego para Gallardo y sus dirigidos.
Además, River jugará conociendo los resultados de sus rivales directos en la tabla anual: Boca, Argentinos Juniors y Riestra. Esto añadirá un componente extra de presión y estrategia al encuentro. La atención estará centrada en cómo Gallardo planteará el partido y si arriesgará a sus figuras en busca de la victoria.