China vs. Bahréin: Último partido de Eliminatorias con sabor a revancha
Colaboradores
China y Bahréin se enfrentaron en el último partido de las Eliminatorias Asiáticas para la Copa Mundial de la FIFA 2026, un encuentro con sabor a despedida y búsqueda de redención para ambos equipos. Ninguno de los dos logró avanzar en la competición, pero la rivalidad reciente añadía un condimento especial al choque.
Un camino frustrante para ambos
La campaña clasificatoria resultó decepcionante para ambas selecciones, relegadas a los últimos puestos del Grupo C. China llegaba al partido tras una racha negativa de cuatro derrotas consecutivas, incluyendo una dolorosa derrota 1-0 ante Indonesia. Por su parte, Bahréin también buscaba recuperarse de una derrota 2-0 ante Arabia Saudita.
El recuerdo del partido de ida
El encuentro cobró mayor relevancia debido al antecedente del partido de ida, donde China se impuso a Bahréin con un gol agónico en el minuto 91. Esa derrota caló hondo en el equipo bahreiní, como reconoció su entrenador, Dragan Talajic, quien la catalogó como el "mayor error" en su camino hacia el Mundial.
Talajic expresó su frustración por un gol anulado a su equipo por el VAR justo antes del gol de China, una decisión que aún cuestiona. A pesar de la eliminación, el técnico croata aseguró que Bahréin saldría a buscar la victoria para cerrar las eliminatorias con una nota positiva.
Lo que se jugó en el campo
Más allá de la eliminación, el partido representaba una oportunidad para que ambos equipos demostraran su valía y brindaran una alegría a sus aficionados. Para China, significaba romper la racha negativa y reivindicarse ante su público. Para Bahréin, era la ocasión de vengar la derrota sufrida en casa y demostrar que pueden competir al más alto nivel.
Más allá del resultado final, el partido sirvió como un banco de pruebas para el futuro de ambas selecciones, permitiendo a los entrenadores evaluar jugadores y ajustar sus estrategias de cara a futuros compromisos. El encuentro, disputado en el Chongqing Longxing Football Stadium, se convirtió en un capítulo más de la rivalidad entre China y Bahréin en el mundo del fútbol.