El Día de Muertos en México ha trascendido las fronteras del duelo humano, abriendo un espacio sagrado para honrar a esos compañeros incondicionales que llenaron nuestras vidas de alegría y amor: las mascotas. En los altares, junto a las fotografías de familiares, ahora se ven juguetes, platos de comida y retratos de perros, gatos, aves y otros animales que fueron parte esencial de la familia.
Un duelo que merece ser reconocido
La inclusión de las mascotas en las ofrendas del Día de Muertos no es una simple moda, sino un reflejo de la profunda conexión emocional que establecemos con estos seres. Estudios de la American Psychological Association (APA) y la Universidad de Colorado demuestran que la interacción con animales libera oxitocina, la hormona del amor y el apego. Por lo tanto, su pérdida genera un dolor equiparable al de un ser querido.
Sin embargo, a diferencia del duelo por una persona, la sociedad a menudo minimiza o ignora el dolor por la pérdida de una mascota, generando un "duelo desautorizado". El altar del Día de Muertos se convierte entonces en un espacio de validación y reconocimiento para ese sentimiento.
¿Qué se pone en el altar de una mascota?
- Fotografías: Una imagen de tu mascota es fundamental para recordarla.
- Comida y agua: Sus platillos y bebidas favoritos.
- Juguetes: Aquellos objetos con los que más disfrutaba jugar.
- Premios: Sus golosinas preferidas.
- Objetos personales: Su collar, correa, cama o cualquier cosa que le perteneciera.
El Día de Muertos nos invita a recordar a todos aquellos que amamos y que ya no están físicamente con nosotros. Honrar a nuestras mascotas en esta fecha es una forma de mantener vivo su recuerdo y celebrar el amor incondicional que nos brindaron.