Clásico Caliente: Expulsión, VAR y Empate Amargo entre San Lorenzo y Huracán
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El clásico entre San Lorenzo y Huracán, disputado en el Nuevo Gasómetro, terminó en un empate 0-0 que dejó un sabor amargo a ambos equipos. El partido estuvo marcado por la polémica, con una expulsión temprana de Luciano Giménez y un penal anulado por el VAR.
Expulsión de Giménez: ¿Decisión Correcta?
El momento clave del partido llegó a los 26 minutos, cuando Luciano Giménez, delantero de Huracán, fue expulsado por un codazo a Ignacio Perruzzi. El árbitro Nicolás Ramírez no dudó en mostrarle la tarjeta roja, considerando la acción como conducta violenta. Si bien algunos consideraron la expulsión exagerada, el reglamento de la IFAB es claro al respecto: cualquier golpe deliberado en la cabeza o la cara, sin estar disputando el balón, se considera conducta violenta.
La expulsión obligó a Huracán a jugar con 10 hombres durante más de una hora, lo que condicionó su planteamiento táctico. San Lorenzo, por su parte, no supo aprovechar la superioridad numérica y careció de ideas para generar peligro en el arco defendido por Galíndez.
VAR Anula Penal para San Lorenzo
En el segundo tiempo, el árbitro Ramírez sancionó un penal a favor de San Lorenzo. Sin embargo, tras la revisión del VAR, la decisión fue revertida, generando aún más controversia. La jugada fue muy discutida, y la tecnología no logró aclarar si la falta existió o no.
Un Clásico con Pocas Emociones
Más allá de las polémicas arbitrales, el partido en sí fue chato y carente de emociones. San Lorenzo dominó la posesión, pero no logró crear situaciones claras de gol. Huracán, con un hombre menos, se dedicó a defender y a buscar alguna contra que le permitiera llevarse la victoria. La oportunidad más clara para el Globo llegó en los minutos finales, cuando Tissera quedó mano a mano con el arquero Gill, pero su remate se fue desviado.
El empate deja a ambos equipos con bronca. San Lorenzo no pudo aprovechar la ventaja numérica para sumar de a tres en casa, mientras que Huracán se lamenta por la expulsión y por la oportunidad perdida de llevarse un triunfo valioso del clásico.
En resumen, un clásico caliente, con polémicas arbitrales y pocas emociones, que terminó en un empate que no dejó conforme a nadie.