Gobernador de Illinois rechaza despliegue militar federal en Chicago
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, emitió un comunicado contundente en respuesta a los informes sobre la posible consideración del presidente Trump de enviar despliegues militares a Illinois. Pritzker enfatizó que el estado no ha solicitado ni recibido ninguna comunicación del gobierno federal solicitando asistencia.
"El Estado de Illinois en este momento no ha recibido ninguna solicitud ni acercamiento del gobierno federal preguntando si necesitamos asistencia, y no hemos realizado ninguna solicitud de intervención federal", declaró Pritzker.
El gobernador subrayó que la seguridad de los habitantes de Illinois es su máxima prioridad. Argumentó que no existe ninguna emergencia que justifique la federalización de la Guardia Nacional de Illinois, el despliegue de la Guardia Nacional de otros estados o el envío de militares en servicio activo dentro de las fronteras del estado.
Pritzker acusó a Trump de intentar "fabricar una crisis, politizar a los estadounidenses que sirven en uniforme y continuar abusando de su poder para distraer del dolor que está causando a las familias trabajadoras".
El gobernador concluyó reafirmando el compromiso de Illinois de "seguir la ley, defender la soberanía de nuestro estado y proteger al pueblo de Illinois". Esta declaración refleja una fuerte oposición a la posible intervención federal y una defensa de la autonomía estatal.
Reacciones y Contexto Político
La declaración del gobernador Pritzker se produce en un contexto de tensiones crecientes entre los gobiernos estatales y la administración federal, especialmente en relación con la gestión de la seguridad pública y el orden en las ciudades. La potencial movilización de fuerzas militares federales ha generado controversia y preocupación sobre la posible extralimitación del poder federal y la erosión de los derechos estatales.
Implicaciones para Illinois
- Refuerza la autonomía del estado frente a la intervención federal.
- Genera debate público sobre el papel de las fuerzas militares en la seguridad interna.
- Podría intensificar las tensiones políticas entre el gobierno estatal y la administración federal.